Es un cerrar los ojos y jurar no abrirlos. En tanto
afuera se alimenten de relojes y de flores nacidas de
la astucia. Pero con los ojos cerrados y un sufrimiento
en verdad demasiado grande pulsamos los espejos
hasta que las palabras olvidadas suenan
mágicamente.
Alejandra Pizarnik
afuera se alimenten de relojes y de flores nacidas de
la astucia. Pero con los ojos cerrados y un sufrimiento
en verdad demasiado grande pulsamos los espejos
hasta que las palabras olvidadas suenan
mágicamente.
Alejandra Pizarnik
Somos realmente quen de recuperar as palabras esquecidas, as actitudes que crimos respectar sempre e que co tempo, a forza do tedio e a rutina, fomos esquecendo en todos os currunchos do fogar, ese fogar como arma contra todo e contra todos, incluso nós mesmos. Até o de agora, fumos refuxiados da nosa propia guerra, nun fogar que nos illou do mundo.
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